Para hacer aún más interesante toda la costa, en toda su belleza y con todas sus facetas, es la presencia de numerosas cuevas kársticas, una treintena, a las que la imaginación y la imaginación del hombre han dado nombres bastante singulares... #tuttitaly
Para hacer aún más interesante toda la costa, en toda su belleza y con todas sus facetas, está la presencia de numerosas cuevas kársticas, creadas durante millones de años por la acción corrosiva del mar.
Una treintena de cuevas espectaculares, a las que la imaginación y la imaginación del hombre han dado nombres bastante insólitos. Casi todas ellas se pueden visitar desde el mar.
El lado del Adriático, con las cuevas orientales, ofrece el paisaje más hermoso, con cavidades rocosas que se asoman al azul intenso del mar. Detrás del puerto nos encontramos con las cuevas de Cazzafri, tres cavidades que coinciden con las obras terminales del acueducto de Apulia; luego la cueva de los enamorados o de Morigio.
Después de Punta Meliso, la mirada es capturada por las tres calas de Terradico, por la cueva de Porrano, Verdusella, dell'Ortocupo con la gruta del soffio, donde se puede entrar con una breve inmersión.
Continuando, nos encontramos con la majestuosa Grotta della Vora, de 25 metros de altura y más de 40 metros de largo; seguido por la cueva Giuncacchia y el complejo Mannute, una serie de cuevas de formas extravagantes.
Desde el lado oeste se puede visitar, solo desde el mar, la Grotta del Cerchio, la Grotta di Mesciu Scianni, la Grotta del Fiume, del Presepe, di Titti, la Grotta Tre Porte, dei Giganti, della Stalla, y la Grotta del Drago. Este último se puede visitar desde mar y tierra.
Además, la Cueva de Porcinara, que fue un santuario, visita obligada para los marineros de Grecia.
La Grotta del Diavolo, de 15 metros de altura y 30 de profundidad, es de particular interés paleontológico por los hallazgos encontrados.
En general, para admirar mejor la belleza de las Cuevas y la variedad de colores que adquieren las aguas, es preferible visitar las situadas al este con la luz de la mañana y las situadas al oeste por la tarde, porque el efecto de la refracción de la luz es mucho más intensa y sugestiva.
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