Es la estación balnearia más importante de la Costa Romaña, con kilómetros de playas de arena muy fina, también conocida como la capital del entretenimiento... #tuttitaly
Rimini, la ciudad balnearia más importante de la costa de Romaña, con kilómetros de playas de arena muy fina, también se define como la capital del entretenimiento.
Además de ser el destino ideal para los amantes del sol y el mar, Rímini también atrae al viajero en busca de arte, monumentos y testimonios históricos, que se pueden descubrir paseando por la calle principal de la ciudad, Corso d'Augusto.
Visitar
Vale la pena visitar el Tempio Malatestiano, o la Catedral de Rimini, encargada por Sigismondo Pandolfo Malatesta, señor de Rimini de 1432 a 1462.
En el interior podemos admirar el Crucifijo de Giotto de 1312 y un fresco de Piero della Francesca en el que se representa a Sigismondo arrodillado al pie de San Sigismondo.
Desde el Templo, en un minuto llegas a la Piazza dei tre martiri, el antiguo foro romano de la ciudad donde el emperador Julio César se habría dirigido a sus legiones después de cruzar el Rubicón y habría pronunciado el famoso "La suerte está echada".
El monumento más fotografiado de la plaza es la Torre del Reloj construida en 1547 con una esfera con calendario, movimientos zodiacales y fases lunares.
Desde la plaza se puede ver el Arco de Augusto, el más antiguo que se conserva en el norte de Italia, construido en el 27 a. como puerta monumental.
Siguiendo el Corso d'Augusto, llegamos a Piazza Cavour, la más importante de Rimini.
La Fontana della Pigna, hasta 1912 fue la única fuente de agua potable en el centro de Rimini.
La plaza conduce a la Pescheria Vecchia, uno de los lugares más característicos de Rimini: se vendía pescado bajo los arcos y en los mostradores de mármol.
En 1989, durante las obras viales en Piazza Ferrari, comenzaron a aparecer los muros de un edificio romano, mosaicos, monedas e instrumentos médicos. Acababa de ser descubierta la que luego se llamaría Domus del chirurgo, un conjunto de origen romano.
Gracias a las pasarelas que recorren los mosaicos y los cimientos del conjunto, es posible recorrer la arquitectura y la historia de la casa.
Para admirar la construcción a escala original de las habitaciones de la domus debemos acudir al Museo de la Ciudad de Rimini, que también recoge hallazgos y obras recuperadas de iglesias y edificios de la ciudad.
En la mesa
Rímini deleita en la mesa gracias al plato emblemático, la piadina IGP, rellena con otros productos tradicionales, el queso y el aceite DOP.
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