Se considera una joya del arte. El edificio actual data del siglo XVI, pero la muestra se sitúa en el interior, todo decorado con lienzos del pintor de Pesaro Gian Giacomo Pandolfi, que recubren todo el edificio desde el techo hasta las paredes, con suntuosas estructuras escenográficas... #tuttitaly
Inmersa en el corazón de Pesaro, la Iglesia del Nombre de Dios se alza como un raro ejemplo de fusión entre arquitectura y escenografía, representando un cruce de historia y espiritualidad. Construida en el lejano año 1577 por orden de la rica Compañía del Nombre de Dios, una importante hermandad laica pesarese, la iglesia conserva intacta su magnificencia secular.
El interior de la iglesia es un auténtico tesoro de maravillas artísticas: el techo, que data de 1617-1619, está adornado con grandes lienzos incrustados en elegantes estructuras de casetones, una obra del escenógrafo Giovanni Cortese, también conocido como artista de la corte para el Palacio Ducal. Las pinturas que decoran las paredes, realizadas entre 1634 y 1636, son obra de los talentosos artistas pesareses Giovan Giacomo Pandolfi y Niccolò Sabbatini. Estos frescos narran historias sagradas del Antiguo y del Nuevo Testamento, subrayando el poder y la gloria del Nombre de Dios.
Pero no sólo el interior sorprende a los visitantes: ya en 1763, la iglesia fue embellecida con un suntuoso portal en piedra istriana realizado por Giannandrea Lazzarini. El exterior fue restaurado en 1912, manteniendo la imponente presencia y la atmosfera evocadora que la distinguen.
La Iglesia del Nombre de Dios es un auténtico depósito de historia y fe, donde cada detalle arquitectónico y decorativo cuenta siglos de devoción y arte. Una visita a este extraordinario lugar sagrado es una experiencia inolvidable, capaz de transportar al visitante en un viaje a través de la historia y la espiritualidad de Pesaro.
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