El silencio a veces se rompe con el tañido del Reloj Treo, que siempre suena a destiempo, debido a un error voluntario del relojero que lo construyó... #tuttitaly
En las laderas occidentales del Gran Sasso, a unos 800 metros sobre el nivel del mar, se eleva Camarda. Este es uno de los pueblos que contribuyeron a la fundación de L'Aquila. Desde entonces ató su destino al de la ciudad.
Hoy, Camarda es uno de los muchos pueblos que ahora parecen olvidados. De hecho, el pueblo se ha ido despoblando gradualmente. Sin embargo, ha sabido mantener en el tiempo aquellas tradiciones que han marcado su vida desde sus orígenes.
De lejos, aparece el pueblo con su torre medieval. Esto una vez tuvo que ser utilizado con fines defensivos y de avistamiento.
El antiguo pueblo está en silencio, y la paz que te hace sentir está animada por el murmullo del arroyo que corre cerca de él y el gorgoteo de las fuentes que salpican el pueblo.
A veces, el silencio se rompe con el tañido del reloj Treo, que suena a destiempo debido a un error voluntario del relojero que lo construyó.
Cada año, desde 1989, la asociación cultural "Il Treo" organiza la Natividad Viviente. A lo largo de los caminos se evocan las actividades típicas de la tradición campesina, y se pueden degustar algunos productos típicos del país. Según la tradición, el papel del Niño Jesús lo desempeña el más joven nacido en el país.
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