Fundada en el 396 a.C. por Dionisio de Siracusa, como colonia de mercenarios siracusanos, la antigua ciudad de Tíndari debe su nombre a Tíndaro, rey de Esparta. Desde entonces su historia ha sido una sucesión de relatos, mitos y leyendas que han dejado una huella imborrable en el imaginario popular... #tuttitaly
Ubicado en la cima de la impresionante colina de Tindari, en la provincia de Mesina, se alza con orgullo el majestuoso Santuario de la Virgen Negra de Tindari, también conocido como la Basílica Santuario de la Santísima María de Tindari. Rodeado por los lagos de Marinello, este lugar sagrado es uno de los más fascinantes de la región, tanto por su paisaje encantador como por la aura mística que lo rodea.
La antigua historia de este santuario parece remontarse a la antigua acrópolis griega de Tyndaris, cuyo sabor de tiempos pasados aún se siente en las ruinas del Área Arqueológica de Tindari adyacente. El edificio actual se levanta sobre los cimientos de la primitiva fortaleza de Tindari, como evidencian las almenas presentes en los antiguos lugares de culto. La devoción gira en torno a la estatua de madera de la Virgen Negra, cuyos orígenes legendarios se remontan a la tradición popular.
Según la leyenda, la estatua proveniente del Oriente, para escapar de la persecución, se detuvo milagrosamente en Tindari, impidiendo que el barco que la transportaba partiera. Solo cuando la estatua de madera fue llevada a tierra, el barco pudo hacerse a la mar, indicando el deseo de la Virgen de quedarse en ese lugar. Desde entonces, el santuario se ha convertido en un lugar de peregrinación, atrayendo a creyentes de todas partes.
El complejo sagrado incluye dos santuarios distintos: el antiguo y el moderno. El primero, erigido en el acantilado que da al mar, a lo largo de los siglos no pudo contener el flujo de devotos, lo que llevó a la construcción del nuevo santuario en 1957. Con una fachada imponente, el santuario moderno se abre a una plaza decorada con puertas de bronce y vidrieras, símbolos de virtudes humanas y teológicas.
En el interior, el antiguo santuario alberga la estatua de madera de la Virgen Negra, una preciosa escultura de estilo oriental que data del período bizantino tardío. Enmarcada por la expresión "Nigra Sum Sed Formosa", tomada del Cantar de los Cantares, la Virgen está representada como reina, con el Niño Jesús bendiciendo en sus brazos.
El Santuario de la Virgen Negra de Tindari continúa siendo un lugar misterioso y fascinante, donde la historia y la leyenda se entrelazan entre los muros milenarios. Un viaje a este lugar sagrado representa una experiencia única, llena de espiritualidad y sugestión, donde la devoción y la belleza se fusionan en un abrazo eterno.
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