Sovana es conocida por ser una de las primeras ciudades cristianas en toda la Toscana, gracias a la obra del evangelista San Mamiliano en el siglo IV. Además, la historia del santo va acompañada de una leyenda que habla de un tesoro, posteriormente transformado en una famosa novela: el Conde de Montecristo... #tuttitaly
Situado en el encantador borgo de Sovana, el Duomo de los Santos Pedro y Pablo es un impresionante testimonio de la arquitectura románico-gótica toscana, cuya fundación se remonta entre los siglos VIII y IX.
La entrada principal del Duomo se encuentra en el lado izquierdo, una elección determinada por la construcción del edificio episcopal adosado a la fachada en el siglo XIV. El portal, decorado con ricas esculturas, presenta una variedad de símbolos, entre ellos un caballero armado, una sirena bicéfala y motivos vegetales que narran historias mitológicas y religiosas. Entre los detalles a observar en el interior, destacan los capiteles de las columnas, en particular el penúltimo de la segunda fila a la izquierda, que ilustra escenas del Antiguo Testamento.
Un elemento de particular encanto es la cripta de seis columnas y la urna que contiene las reliquias de San Mamiliano, un santo venerado en la tradición local. Aquí, puedes admirar el fontanario bautismal de 1434, el sarcófago de travertino del siglo XV y frescos que evocan símbolos que datan de épocas anteriores al cristianismo.
Un aspecto único del Duomo de Sovana: cada año, el 21 de junio, el primer rayo de sol de la mañana penetra a través de la monofora absidial, cruzando la nave y proyectándose sobre la pared opuesta.
En resumen, el Duomo de Sovana representa una combinación perfecta de arte y naturaleza, historia y espiritualidad, ofreciendo a los visitantes una experiencia única y memorable en un contexto de extraordinaria belleza.
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