Hay una veintena de cuevas marinas y el descubrimiento por dos pescadores es muy reciente. Solo fueron descubiertos en 1954... #tuttitaly
Estamos en la costa de Gargano y más precisamente en el tramo de costa que va de Vieste a Mattinata.
Muchos dicen que es uno de los paisajes más evocadores de Puglia.
Los protagonistas son las Cuevas del Mar: acantilados blancos y altos que miran al mar, con pinos y aulagas que se extienden sobre las aguas azules.
Las magníficas calas entre las rocas y las playas de guijarros blancos, a las que solo se puede llegar por mar, hacen de esta espléndida visión de Italia un paraíso terrenal. Todo por la Madre Naturaleza, que siglos tras siglos, milenios tras milenios con metódica lentitud, ha utilizado las olas del mar que han erosionado la costa caliza del Gargano creando escenarios naturales, que ninguna mano hubiera podido crear, abriendo tajos , grietas y túneles.
El sol le pone su firma, haciendo que este lugar sea mágico, creando hermosos juegos de luz que se reflejan en el agua, proyectando el azul del mar incluso en las paredes de roca blanca.
El descubrimiento de estas cuevas marinas es muy reciente. Recién fueron descubiertas en 1954 por dos pescadores, los hermanos Trimigno.
Realmente recomiendo visitar y descubrir este maravilloso lugar con uno de los muchos paseos en barco que se organizan por las costas del Gargano. A continuación, los guías os mostrarán algunas formas: la huella en la roca, o la roca tortuga en el mar, el corazón en la roca o el guardián de las cuevas.
Recientemente, en una de las cavidades naturales, se descubrió la fisonomía del rostro del Padre Pío.
No te puedes perder este paisaje de ensueño, un lugar incontaminado donde la experiencia directa con la naturaleza será inolvidable, como lo fue para mí también.
Solo después de haber estado allí entenderás la famosa exclamación: "No conoces el Gargano si no lo ves desde el mar."
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