Construido por los normandos sobre los restos de un puesto de avanzada romano, controlaba la entrada desde el principal punto de acceso a Calabria; el Paso Campotenese. Sólo en el siglo XVI con Pietro Antonio Sanseverino el Castillo tomó su forma actual, quien llamó a los arquitectos napolitanos de la época para darle una forma suntuosa. De hecho, todo el Castillo recuerda en algunos aspectos al Maschio Angioino de Nápoles... #tuttitaly
El Castillo Normando-Suevo, ubicado en la cima de Morano Calabro, uno de los pueblos más bellos de Italia en el Parque Nacional del Pollino, tiene una historia rica y fascinante. Construido por los normandos sobre los restos de un puesto avanzado romano, el castillo tomó su forma actual en el siglo XVI gracias al trabajo de Pietro Antonio Sanseverino.
Sanseverino, que utilizaba el castillo como residencia de verano, encargó a los mejores arquitectos napolitanos de la época que hicieran la estructura suntuosa e imponente. Todo el castillo, por su disposición, recuerda al Castillo Angevino de Nápoles, y en su momento albergó una guarnición de mil hombres.
Desafortunadamente, en 1806 el castillo sufrió graves daños causados por los bombardeos de las tropas francesas. Posteriormente, los príncipes Spinelli di Scalea, propietarios del castillo desde el siglo XVII hasta finales del XIX, permitieron el saqueo de vigas y bloques de toba, contribuyendo a su ruina.
A pesar de los ataques y transformaciones a lo largo de los siglos, el Castillo Normando-Suevo de Morano Calabro todavía conserva su grandeza y la estructura del siglo XVIII, con sus torres cilíndricas, baluartes y foso que subrayan su importancia defensiva y su encanto histórico.
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