Este fenómeno, único en su género, ocurrió solo en este valle desde el siglo XVI al XX y luego se extendió por todo el mundo gracias sobre todo a Guglielmo Lera... #tuttitaly
El Museo de la Emigración y la Figurilla de Yeso fue creado por la Administración Municipal de Coreglia Antelminelli en 1975 como un centro para estudiar cuál ha sido la forma de ser y organizar la emigración del figurinero a lo largo del tiempo.
La institución del museo estuvo determinada por tres razones fundamentales:
- el fenómeno migratorio basado en la venta de figurillas de yeso del siglo XVIII al XX.
- la presencia en el sitio de un palacio dejado como dote a la ciudad en 1915 por el barón Carlo Vanni, un fabricante de estatuillas que había vivido durante mucho tiempo en el imperio austrohúngaro;
- las donaciones de estampas y ejemplares que hagan al Municipio los herederos de los emigrados a los distintos continentes.
En el museo, la exposición consta de 1300 ejemplares de yeso que representan la evolución técnica de este oficio desde 1600 hasta la actualidad. Entre los objetos más valiosos, recordamos:
gatitos del siglo XVIII ennegrecidos con humo de velas, la máscara original del Conde de Cavour, bustos realizados con grabados perdidos.
En las distintas salas del museo podemos admirar las reproducciones en yeso de los más célebres protagonistas del pasado desde Napoleón hasta Garibaldi, desde Dante hasta Petrarca, desde los más célebres músicos alemanes hasta los personajes de la antigua Roma y la mitología griega.
El caminante humilde y emprendedor que, de un continente a otro, fabricaba y vendía estatuillas de yeso para llevar a casa el fruto de su arduo trabajo y su multifacética experiencia, además de decidir sobre el tejido económico y social, también proveyó localmente las condiciones por una civilización más compuesta y universal.
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