Llamada "la ciudad de los dos mares", Tarento, bañada por el Mar Grande y el Mar Pequeño, es una condensación de historia entre nobles palacios y joyas subterráneas... #tuttitaly
En el 706 a.C. se alza sobre un promontorio entre dos Mares (Mar Grande y Mar Piccolo), la antigua ciudad de Tarento. Su fundación coincide con el desembarco de una colonia de refugiados de la ciudad de Esparta.
En ese momento, Tarento era una isla que albergaba un pequeño pueblo de Iapigians (una antigua población indoeuropea de Iliria).
Fueron los Partheni (refugiados de Esparta) quienes transformaron ese simple pueblo en un centro urbano. Luego, los sarracenos lo arrasaron y, en 927, el emperador bizantino Nicéforo Focas trajo arquitectos de Grecia para reconstruirlo.
Hoy podemos admirar las obras de estos arquitectos: casas típicas y callejones muy estrechos en los que no se puede pasar más de uno a la vez.
Los callejones fueron razonados de esta manera para que los habitantes pudieran derramar aceite hirviendo sobre ellos para defenderse.
Después de la reconstrucción, muchos de esos arquitectos griegos se quedaron a vivir en Taranto. Desde entonces, en la ciudad medieval se empezó a hablar una lengua mestiza. Incluso hoy en día, en la lengua dialectal hay rastros de palabras de origen griego.
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