El óleo sobre lienzo ("Entierro de Santa Lucía" 408×300 cm) fue realizado por Caravaggio como retablo del altar mayor de la Basílica de Santa Lucía al Sepolcro, en el lugar donde, según la tradición, la Santa fue martirizada y enterrada en el año 304, durante la gran persecución encargada por el emperador romano Diocleciano... #tuttitaly
El Santuario de Santa Lucía en el Sepulcro en Siracusa, ubicado en la Val di Noto en Sicilia, es un lugar sagrado que conserva la memoria de la joven mártir Lucía. La basílica se encuentra fuera de las antiguas murallas de la ciudad y encierra el lugar del martirio y entierro de Santa Lucía.
La pintura de Caravaggio
La pintura de Caravaggio, titulada "Entierro de Santa Lucía" y creada como retablo para la basílica, representa el momento en que la Santa fue sepultada después del martirio en el año 304 d.C. durante la persecución ordenada por el emperador romano Diocleciano.
Historia
La historia de Santa Lucía comienza en el siglo III, cuando la joven siracusana decide consagrarse al Señor Jesús, rechazando casarse con un pagano. Este gesto le cuesta la denuncia y la condena a muerte por decapitación. Santa Lucía es venerada como la protectora de los ojos y la vista, ya que se dice que le arrancaron los ojos durante las torturas.
La basílica alberga el cuerpo de la mártir, colocado en una tumba tallada en la roca debajo del área de las catacumbas subyacentes. Numerosos peregrinos y devotos visitan el Santuario de Santa Lucía en el Sepulcro para rendir homenaje a la Santa y pedir su intercesión.
La historia de Santa Lucía continúa con el robo de su cuerpo a Constantinopla y posteriormente a Venecia, donde ahora se conserva en la iglesia de los santos Jeremías y Lucía de Siracusa.
En 1600, se construyó un pequeño templo para proteger la tumba de Santa Lucía, mientras que en 1634 se esculpió una estatua que representa a la Santa moribunda.
Durante un asedio a la ciudad en 1735, los ciudadanos recurrieron a Santa Lucía para protección y recibieron un signo milagroso: la estatua de mármol sudó en la frente, la cara y las manos los días 6, 7 y 8 de mayo, confirmando la protección y la intercesión de la Santa.
El Santuario de Santa Lucía en el Sepulcro en Siracusa es un lugar lleno de historia, devoción y milagros que continúa atrayendo fieles de todo el mundo en busca de consuelo y protección.
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