Con su Castillo es uno de los pueblos más bonitos de Umbría, abandonado en los años 60, volvió a la vida gracias a un trabajo de restauración que duró muchos años... #tuttitaly
A pocos kilómetros de Spoleto, el pueblo de Postignano se eleva en una ladera, a lo largo del río Argentina ya la sombra de las montañas Sibillini.
El territorio está lleno de historia y espiritualidad, como lo demuestran las vidas de los santos nacidos en la zona, entre otros San Francesco y San Benedetto.
La historia nos cuenta que en los años 60, los habitantes abandonaron a su suerte el pueblo, pues tuvieron que ir a otras ciudades en busca de trabajo, siendo esta una zona suburbana.
Además, los terremotos destruyeron completamente el pueblo.
En 2007, el Borgo volvió a la vida gracias a una labor de restauración que se prolongó hasta 2011, año en que fue inaugurado.
Una de las primeras atracciones es el Castillo de Postignano, que data del siglo IX. La Rocca, convertida ahora en una especie de museo, permite admirar una amplia gama de elementos estructurales, así como objetos de uso común, que pertenecieron a los antiguos nobles.
Las habitaciones permiten recorrer la historia del pueblo, completada con elementos que consiguen transmitir la forma de vida de la gente de la época.
Si te gustan las largas e increíbles caminatas en paisajes naturales, puedes tomar el camino bordeado por el río Argentina. Te sumergirás en un paisaje único y muy emotivo. Toda la zona es totalmente natural y te ofrecerá una sensación de calma y serenidad.
También puede visitar toda una zona caracterizada por una serie de estructuras que recuerdan las diferentes casas que caracterizaron la época medieval del pueblo. En total son sesenta casas, para cuya reconstrucción se ha respetado el estilo arquitectónico de la época. Esto le da al turista la sensación de estar atrás en el tiempo.
También podrás recorrer diferentes comercios que caracterizaron gran parte del pueblo y, gracias a los
artesanos que se comportarán como los antepasados que vivieron durante ese período histórico, te sentirás como en la Edad Media.
En la iglesia, ahora un lugar de eventos culturales, artísticos y de entretenimiento, las restauraciones han revelado frescos de belleza arcaica, incluida una crucifixión del siglo XV que apareció detrás de un muro derrumbado.
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