Durante 3.000 años, el agua termal ha brotado ininterrumpidamente... #tuttitaly
Estas aguas llegan a Saturnia tras un largo recorrido por las entrañas del Monte Amiata. En este viaje están imbuidos de muchas propiedades terapéuticas, hasta brotar a una temperatura de 37,5 grados, es decir, la del líquido amniótico materno.
En definitiva, sumergirse en las aguas de las termas de Saturnia es como revivir la misma sensación de tranquilidad, protección y felicidad absoluta que experimentamos en el pasado sólo cuando aún estábamos en el vientre de nuestra madre.
Una inexplicable sensación de bienestar bañarse en el Manantial Sagrado, sentir el agua brotar del suelo directamente a la piscina y bajo tus pies es realmente una experiencia única.
La temperatura perfecta y las burbujas que se sienten en algunos lugares te hacen sentir regenerado.
Una experiencia que debes probar si estás en el área de Saturnia. No lo olvidarás fácilmente.
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