Es la ciudad ideal: sabe dejarse admirar por sus tesoros arquitectónicos, patrimonio de la UNESCO, sabe acoger gracias a su magnífica gastronomía y vida cultural, sabe fascinar por esa mezcla de innovación y tradición que la caracteriza. eso... #UNESCO #tuttitaly
"Para descubrir lugares increíbles no hace falta ir muy lejos" - este fue mi pensamiento cuando me encontré en el centro de Módena, y sobre todo frente a su magnífica Catedral.
Elegimos un día de febrero para visitar la ciudad de Módena. Era mi cumpleaños, así que una buena razón para no quedarse adentro. Nunca esperé enamorarme de este lugar y de sus monumentos que relatan el esplendor de una ciudad durante mucho tiempo capital de un ducado, el de los Señores de Este, que residen aquí desde 1598.
La UNESCO ha reconocido el valor universal de sus tesoros al declarar el Duomo, la Piazza Grande y la Torre Ghirlandina como patrimonio de la humanidad.
Piazza Grande es el corazón palpitante de Módena, un espacio elegante y "vivo", un lugar de encuentro para los ciudadanos. Te invita a detenerte y admirar sus bellezas.
Me quedé absorto frente a la belleza mística de la Catedral, espléndida muestra del arte románico, obra del arquitecto Lanfranco, quien diseñó la estructura, junto con el escultor Wiligelmo. El edificio es majestuoso tanto por dentro como por fuera. La mirada se pierde en los detalles y uno se asombra ante esta extraordinaria obra.
La Ghirlandina nació como campanario de la Catedral. De hecho, se encuentra junto a él. Subiendo a la cima de la torre, se puede ver la hermosa ciudad desde arriba.
Productos típicos
La ciudad es famosa por su Vinagre Balsámico de Módena, un condimento con indicación geográfica protegida, un producto para conocer y apreciar.
