Tiene la forma de una pequeña Venecia y es una de las islas principales de la laguna, famosa por su vidrio soplado. Durante siglos la vida de esta pequeña isla ha girado en torno a los hornos en los que se elaboran objetos de vidrio vendidos por todo el mundo... #tuttitaly
Murano es famoso por la tradición del vidrio soplado.
Durante siglos, la vida de esta pequeña isla ha girado en torno a los hornos donde se fabrican y venden objetos de vidrio en todo el mundo.
En 1295, la Serenissima República de Venecia decidió trasladar todos los hornos de vidrio a la isla de Murano, con el fin de controlar y evitar la difusión de información relativa a las principales técnicas de manipulación del vidrio.
Los vidrieros se vieron obligados a vivir en la isla y solo podían salir de Venecia si tenían un permiso.
Murano tiene la forma de una pequeña Venecia: formada por nueve pequeñas islas unidas por puentes con el Gran Canal en el medio.
La isla se puede visitar a pie, paseando entre casas bajas de colores, puentes sobre los canales, tiendas de vidrio soplado.
No se puede perder una visita al Museo del Vidrio.
Instalado en el antiguo Palazzo dei Vescovi di Torcello, el museo fue fundado para superar la mayor crisis del sector
que jamás haya conocido Venecia, debido al inicio de la producción de cristales de Swarovski, la caída de la República y los años de dominación extranjera.
El museo recoge la gran cantidad de donaciones de los propietarios de los hornos que a partir de la segunda mitad del siglo XIX retomaron su trabajo al más alto nivel.
Después de 1923, el museo pasó a formar parte de los Museos Cívicos de Venecia.
Posteriormente, se añadió también una sección arqueológica, cuyos ejemplos más bellos proceden de la necrópolis de Enona.
La visita al museo le permite admirar extraordinarias obras maestras del arte del vidrio del período del 300 al 900.
