Su posición tan favorable y sobre todo lejos del smog y el estrés de la ciudad, hace de este pueblo el destino ideal para aquellos que buscan un poco de relajación... #tuttitaly
Monte Romano se encuentra a pocos kilómetros de Tarquinia. Testigo de grandes civilizaciones, como la etrusca y la romana, también alberga maravillas de la época medieval y renacentista.
Vale la pena visitar la Rocca Respampani y las iglesias antiguas, que se prestan a ser testigos de una época pasada.
El pueblo se ha desarrollado en torno a la actual Aurelia Bis, y se encuentra enclavado en un valle al pie de la Rotonda, cerro que alberga en su cima numerosos robles centenarios.
De hecho, en el interior del robledal nació el primer asentamiento de Monte Romano (el antiguo Arx Montis Romani). Esta posición le otorgó una defensa natural de los ataques y le permitió tener un fácil control sobre las tierras circundantes.
Después de la destrucción del Arx Montis Romani, el territorio con la hacienda Monte Romano y la Rocca Respampani pasó a ser propiedad del Hospital Santo Spirito en Sassia, que impuso una organización agrícola bien estructurada en las tierras.
Con el tiempo, los campesinos que trabajaban estas tierras comenzaron a asentarse río abajo, dando origen a la futura colonia de Monte Romano. A medida que el país comenzó a tomar forma.
Sin embargo, solo en el siglo XVIII comenzó el verdadero desarrollo de la ciudad, con la construcción de nuevos elementos arquitectónicos, como las Cárceles, la Torre del Reloj y la Fontana del Mascherone.
Entre 1787 y 1810, hubo una última fase constructiva, en la que se construyeron algunas casas en consonancia con el complejo de Cárceles.
Entre los eventos importantes en Monte Romano, recordamos el Palio del Saracino y el Festival de la Carne de Maremma.
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