La singularidad es sobre todo el estado de conservación de sus maravillosas decoraciones. De hecho, la puerta está decorada con un luneto enmarcado por motivos vegetales. En el centro de la decoración se encuentra la representación de Cristo entre los Arcángeles Miguel y Gabriel... #UNESCO #tuttitaly
El Monasterio de Santa Maria in Valle y el Templo Lombardo fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 2011 dentro del sitio "Italia Longobardorum. Lugares de poder (568-774)". El sitio incluye los lugares italianos que han conservado los testimonios monumentales y artísticos más importantes del período lombardo.
La época del dominio lombardo en Italia constituyó un momento fundamental de transición entre el mundo clásico y el medieval.
La asimilación de la cultura arquitectónica y decorativa romana y bizantina, traducida a un nuevo lenguaje, dio lugar entre finales de los siglos VII y VIII a un florecimiento artístico que se extendió desde las cortes urbanas a gran parte de la península.
Precisamente en el siglo VII d.C. nació el Monasterio, originalmente reservado para las monjas benedictinas. Posteriormente, el edificio sufrió muchas ampliaciones y restauraciones debido en su mayoría a las invasiones y terremotos que lo habían dañado seriamente.
En 1841, el edificio fue confiado a las monjas Ursulinas, que vivieron allí hasta 1999.
El claustro está organizado de forma irregular, y gracias a sus espacios y las espléndidas vistas que ofrece, acoge importantes eventos, entre ellos los Cursos Internacionales de Perfeccionamiento Musical.
El pórtico está formado por arcos de medio punto con bóvedas de crucería sostenidos por columnas circulares de piedra.
En época de las Ursulinas, gran parte del monasterio no era accesible salvo para las monjas como recinto de clausura. Poder visitar estos lugares es bastante sugerente. De hecho, es posible explorar los espacios del monasterio reservados para el claustro y las habitaciones privadas de las monjas. Una sensación verdaderamente única.
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