Una verdadera joya barroca "escondida" considerada la verdadera perla del famoso Val di Noto, que, a lo largo de su "Via Sacra", guarda celosamente 5 "Basílicas"... una más bella que la otra... #tuttitaly
Ubicado en la preciosa Val di Noto en Sicilia, Ferla es uno de los pueblos más bellos de Italia, una auténtica joya barroca escondida entre sus antiguos callejones. Considerado la perla de la región, Ferla guarda celosamente 5 basílicas a lo largo de su famosa "Via Sacra".
El corazón palpitante de la historia late en este pequeño pueblo, reconstruido magistralmente después del devastador terremoto de 1693 que golpeó gran parte del este de Sicilia. Gracias a la reconstrucción barroca, esta parte de la isla se ha convertido en un verdadero tesoro arquitectónico, mereciendo el título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Bajo la superficie de Ferla se encuentran antiguas cuevas y complejos rupestres que cuentan la historia de las antiguas civilizaciones que habitaron estas tierras, desde los griegos hasta los bizantinos, desde los normandos hasta los árabes.
Hoy, en el evocador trazado urbano en forma de cruz de la reconstrucción del siglo XVIII, las iglesias brillan con todo su esplendor, todas de una belleza impresionante, a lo largo de la "Via Sacra", una escenografía barroca ininterrumpida. A su alrededor, el paisaje de la campiña iblea con olivos, algarrobos, almendros y viñedos, enmarcado por característicos muros de piedra seca.
El placer de los sentidos en Ferla también se expresa a través de los sabores auténticos de la tradición siciliana. Desde la focaccia casera rellena de acelgas silvestres hasta la salchicha local, apreciada en toda la región. Imprescindibles son los dulces típicos, desde las cassatine de Pascua rellenas de dulce ricotta y canela hasta las zeppole fritas en aceite y aderezadas con miel o azúcar, que deleitan el paladar durante la fiesta de San Martino en noviembre.
Un viaje a Ferla es una experiencia que involucra todos los sentidos, ofreciendo emociones únicas y auténticas.
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