Son una verdadera maravilla natural, un intrincado complejo de cuevas que constituyen una de las atracciones más queridas y populares de la región de Marche... #tuttitaly
Descubiertas en 1971 por un grupo de espeleólogos muy jóvenes, las cuevas de Frasassi se originaron durante el Pleistoceno, hace 1 millón 4000 años.
El río Sentino, que estaba 300 m más arriba, tuvo la tarea de crear el desfiladero que vemos hoy. El agua tenía una doble acción: destructiva, creando las caries; constructivos, llenándolos de estalactitas, estalagmitas y concreciones diversas.
El recorrido por el interior de las cuevas se divide en unos 800 m de recorrido por el interior de las cinco salas accesibles a todos, tras haber atravesado el túnel artificial.
Abismo de Ancona o Gran Salón del Viento
Una enorme cavidad de 180 m de largo, 240 de alto y 120 de ancho, en el centro destacan los dos Gigantes, un grupo de estalagmitas de 150.000 años de antigüedad, de unos 20 m de altura; detrás de ellos, arriba, vigila la Virgen del espeleólogo de 2,5 m de altura.
El lago cristalizado alberga una estalagmita de hierro de 2,10 m de altura con una pequeña mancha blanca lateral apodada el diablo con la vela. Finalmente, aparece el Niágara, un manantial blanquísimo de pura calcita y el Castillo de las Hadas.
Habitación 200
La segunda sala toma su nombre de su extensión, de unos 200 m. Aquí nos espera el Castillo de las brujas formado por el derrumbe de una roca, posteriormente cubierto por multitud de estalagmitas parecidas a chapiteles.
Arriba, sobre la bóveda, una estalactita de 7,4 m de largo, conocida como espada de Damocles.
Destacan los Trozos de Manteca: gotas de agua que se han depositado a lo largo de los muros al ser golpeados por continuas corrientes de viento.
Más adelante nos encontramos con el Obelisco, una estalagmita formada sobre una gran roca que cayó desde lo alto.
Habitación Gran Cañón
Una pasarela suspendida sobre las grietas de las cuevas, en cuyo fondo se encuentra el nivel freático del río Sentino, a unos 25 m por debajo de nuestros pies.
En una esquina, un hermoso órgano blanco, brillante y liso, formado por muchas estalactitas paralelas enrolladas sobre sí mismas.
Salón de las Velas
Un espacio acogedor y relajante: un estanque del que emergen esbeltas estalagmitas y sobre las que cuelgan estalactitas que se reflejan en el agua.
Salón del Oso y el Infinito
Una roca esculpida por los agentes atmosféricos para parecerse a un oso nos da la bienvenida al área Infinity: un laberinto circular de estalagmitas y estalactitas.
Conclusión
Puedes apreciar esto y mucho más en una simple visita de 75 minutos, de fácil acceso para grandes y pequeños.
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