Se encuentra al pie de una pared rocosa y representa el símbolo de la religiosidad cristiana de las Montañas Alburni. De las investigaciones histórico-arqueológicas realizadas a lo largo de los años se desprende que la cueva ya fue utilizada en la prehistoria como refugio. Varios milenios después, la cueva se convirtió en un santuario cristiano dedicado a San Miguel... #UNESCO #tuttitaly
La Cueva de San Miguel Arcángel, ubicada cerca del pueblo de Sant'Angelo a Fasanella (SA), representa un símbolo de religiosidad y arte cristiano en los Monti Alburni. Este lugar, protegido como Patrimonio Mundial de la UNESCO dentro del encantador Parque Nacional de Cilento y Vallo di Diano, tiene una antigua historia arraigada en tiempos prehistóricos cuando se usaba como refugio.
A través de investigaciones histórico-arqueológicas, se descubrió que la cueva se convirtió posteriormente en un sitio religioso dedicado al culto del agua, con estalactitas y estalagmitas veneradas como iconos sagrados. A lo largo de los milenios, este lugar sagrado se transformó en un Santuario cristiano dedicado a San Miguel, con leyendas que cuentan su descubrimiento por parte de un príncipe local.
Hoy en día, visitar la Cueva de San Miguel Arcángel significa sumergirse en un ambiente fascinante donde lo sagrado y el arte se mezclan en una unión única.
La entrada al Santuario, caracterizada por un magnífico portal del siglo XV, introduce a los visitantes en un ambiente sugestivo adornado con estalagmitas dispersas en el suelo y antiguas tumbas con restos humanos momificados.
Dentro del Santuario, se pueden admirar obras de arte extraordinarias, como un altar del siglo XVII dedicado a la Inmaculada y una estatua de la Virgen María con el Niño atribuida a la escuela napolitana del siglo XIV. Todo esto rodea un pozo revestido con cerámicas napolitanas del siglo XVII y un escudo de los Caracciolo tallado en piedra.
Además, el atractivo del Santuario no termina allí: a unos cinco metros sobre el suelo, destaca una pequeña hornacina con tejado adosada a la roca, creando un telón de fondo teatral único que combina la majestuosidad de la naturaleza con la creatividad humana. Las alas del Arcángel Miguel, pintadas en la roca hace siglos, dan fe de la sacralidad y la belleza de este lugar que continúa cautivando a los visitantes con su historia milenaria.
Comments