Conocida como el Duomo o Catedral de Palermo, es un ejemplo único de estilo arquitectónico gótico-normando, con influencias árabes y bizantinas. En su interior se encuentra la tumba del emperador Federico II, que sólo se ha abierto dos veces en más de 700 años. Además, la catedral ha sido utilizada como localización para muchas películas, como El Padrino III... #UNESCO #tuttitaly
La majestuosa Catedral de Palermo ostenta una historia antigua y compleja, formando parte del patrimonio árabe-normando y reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Su historia se remonta a la reconstrucción iniciada por el Arzobispo Walter Offamilio en 1170, después del terremoto que había golpeado la catedral anterior. Desde sus orígenes, la Catedral ha servido como lugar de culto, fortaleza y sitio de entierro para reyes, familias reales y arzobispos.
El ambicioso proyecto del Arzobispo contemplaba una estructura basilical con tres naves, un santuario con ábsides y columnas procedentes de antiguas construcciones. La Catedral fue dedicada a la Santísima Virgen María Asunta y, a pesar de las renovaciones a lo largo de los siglos, aún conserva su esplendor y magnificencia.
Entre las obras renacentistas que embellecen la Catedral se encuentran el ciborio de lapislázuli del siglo XVII, el altar del Crucifijo del siglo XIV y la tribuna de mármol del siglo XVI realizada por Antonello Gagini. La capilla de Santa Rosalía, con sus restos mortales encerrados en una urna de plata, es un lugar de veneración para los palermitanos.
Numerosas y valiosas obras de arte, como pilas bautismales, fuentes bautismales y estatuas, enriquecen el interior de la Catedral. El tesoro, con vestimentas sagradas y platería, y la cripta con antiguos sarcófagos paleocristianos completan el patrimonio artístico y cultural conservado en la Catedral.
En el pórtico sur adyacente, se encuentran las tumbas reales, incluyendo los majestuosos sepulcros de los emperadores Enrique VI y Federico II, así como de otros nobles personajes históricos, realizados en materiales preciosos como el pórfido y adornados con mosaicos y esculturas de gran belleza.
La Catedral de Palermo, testigo silencioso de siglos de historia, es una experiencia extraordinaria que permite a los visitantes sumergirse en las páginas de arte, arquitectura y cultura de un pasado glorioso.
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