Uno de los más pintorescos y mejor conservados de Italia y el reino de una historia de amor... #tuttitaly
El Castillo de Torrechiara se encuentra en las colinas cerca de Langhirano, a 18 km de Parma. Fue construido por Pier Maria II de 'Rossi entre 1448 y 1460, sobre las ruinas de la fortaleza original de Torchiara.
Pier Maria II de 'Rossi intervino personalmente en el diseño de las estructuras defensivas.
Destacamos su carácter defensivo gracias a las triples murallas y las cuatro torres macizas de las esquinas.
El propósito del castillo, sin embargo, era también convertirse en un elegante nido de amor para el conde y su amante Bianca Pellegrini. Entre otras cosas, se piensa que Ottaviano, hijo de Bianca Pellegrini, a quien Pier Maria II de 'Rossi quería hacer heredera del Castillo, era hijo biológico del conde.
Para decorar las estancias interiores, el conde recurrió a los artistas más importantes de la zona, entre ellos Benedetto Bembo, que en 1462 pintó en estilo gótico la estancia más famosa del castillo, la Sala Dorada.
La Sala Dorada probablemente nació como dormitorio y estudio privado de Pier Maria II de Rossi. Encontramos pinturas que celebran el amor entre los dos amantes. De hecho es el único ejemplo en toda Italia de un ciclo de pintura medieval centrado en la exaltación del amor cortés entre dos personajes reales.
Los dos personajes serían el conde y Bianca Pellegrini, representados en las distintas escenas. El poder del conde también está representado, subrayado por la representación de sus numerosos castillos en la zona de Parma.
El exterior del castillo está cubierto de ladrillos, y el interior es rico en salas suntuosamente pintadas al fresco con temas naturalistas, fantásticos y grotescos.
Este castillo es considerado uno de los más notables, espectaculares y mejor conservados de Italia. De hecho, desde 1911 es monumento nacional italiano.
El Castillo fue utilizado en los siglos XX y XXI como escenario de algunas escenas de varias películas entre ellas: "Condottieri", dirigida por Luis Trenker en 1937, "La tragedia de un hombre ridículo", dirigida por Bernardo Bertolucci en 1981, y "Ladyhawke" dirigida por Richard Donner en 1985.
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