En el camino para llegar a Villa La Foce, admirarás el camino serpenteante con cipreses, que se ha convertido en un ícono de la Toscana ... Val d'Orcia, Patrimonio de la Humanidad #UNESCO, incluye los centros históricos y gran parte del territorio de los municipios de Castiglione d'Orcia, Montalcino, Pienza, Radicofani, San Quirico d'Orcia... #tuttitaly
Il Castelluccio se encuentra en una colina a unos 10 km de Pienza. Desde 1320 formó parte de la República de Siena, y en particular del territorio de Montichiello.
Desde 1390 hasta 1787, una parte de la fortaleza fue donada al poderoso hospital de Santa Maria della Scala (el escudo de armas aún se encuentra en la fachada). En su interior se puede admirar la capilla de San Bernardino da Siena, que se alojó allí.
En tiempos recientes, el Castelluccio fue la residencia de Antonio e Iris Origo (una escritora muy conocida).
Como cualquier castillo que se precie, este también tiene su propia leyenda, creada en torno a la condesa Giulia Maria di Montefiore, quien aparentemente no pasó una vida particularmente feliz allí.
La mujer se casó con Vannetto Tolomei, quien murió trágicamente poco después. Por lo tanto, optó por casarse con Ermelindo Grossi de San Casciano, de quien tuvo que separarse.
En este punto, la condesa invitó a Castelluccio al duque Ranieri dei Pannocchieschi y, más tarde, también a su amigo Cesare di Sanseverino. Los dos hombres, en cierto momento, se alejaron, y la noble pensó en vengarse. Más tarde acogió a un grupo de hombres armados, y se enamoró del capitán Don Jacopo del Taja. Este último, conmovido por la historia de la dama, accedió a eliminar a los dos: el veneno para Ranieri y la daga para Cesare. Al poco tiempo, sin embargo, el Taja se dio a la fuga por temor a ser descubierto como el autor del doble asesinato. La condesa, sin embargo, fue arrestada y decapitada en el patio de su propia residencia.
Continuando nuestro viaje, fuimos en busca de la famosa serpentina: un camino que parece una serpiente, con cipreses de un lado y cipreses del otro, entre los cuales solo hay algunas ventanas que dan a la belleza de los cerros circundantes.
Paramos en el camino para hacer algunas fotos, no sin antes esperar a la puesta de sol para poder hacer toda la justicia posible al maravilloso paisaje. Puedes ver las fotos haciendo clic en el siguiente enlace.
Comments