La Scala Santa, en la iglesia de San Paolo, consta de veintiocho escalones de madera de olivo que siempre se deben subir solo de rodillas... #tuttitaly
Hoy, Campli es nuestra parada obligada, no solo porque es la hora de comer y tenemos hambre, sino también porque este centro de la provincia de Teramo es rico en tesoros históricos y artísticos.
Siendo hoy 1 de mayo, tenemos la suerte de disfrutar del plato típico del lugar, que se prepara solo para esta festividad, "La Virtud". Realmente sabroso para el paladar.
Ahora podemos hacer una visita al pueblo. La curiosidad nos lleva directamente al Santuario de la Scala Santa. Una vez allí, descubrimos que consta de 28 escalones, para subir únicamente de rodillas. También hay almohadas disponibles, para quien las necesite, pero nosotros preferimos elegir el camino menos fácil. Un paso a la vez, cuando llegamos a la cima nos sentimos como después de una sesión de meditación. La sensación es gratificante y las rodillas aún están a salvo.
La Catedral de Santa María de Platea nos deja boquiabiertos, por un lado por su belleza, y por otro por la resolución del andamiaje para conservar su valor.
Sin embargo, tenemos que visitar la Casa del Médico, que nos adentra en un ambiente totalmente único. Casi parece estar en un lugar tropical. Realmente impresionante.
El pueblo es muy característico, y muy cuidado.
Se dice que, en 1764, la población de Campli fue diezmada por una epidemia de tifus y la ciudad se consagró a la Inmaculada Concepción, que fue proclamada Reina y Patrona. De repente la enfermedad desapareció de todo el término municipal. En 1776 se inauguró el Santuario de la Scala Santa.
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