La ciudad es conocida por sus típicas casas de colores vivos y por la artesanía centenaria de los encajes de Burano, verdaderas obras maestras del arte... #tuttitaly
En la laguna veneciana del norte, al noreste de Murano, se eleva Burano, conocida por sus casas de colores brillantes y por la artesanía centenaria de encajes de aguja.
Historia
Burano se menciona por primera vez en un documento de 840. Las primeras casas se colocaron sobre pilotes con paredes de caña y barro y solo más tarde, a partir del año 1000, se construyeron casas de ladrillo.
Qué ver
El corazón de la ciudad es Piazza Baldassare Galuppi, llamada así por el conocido compositor del siglo XVIII.
Preside la plaza la Iglesia de San Martino, cuyo campanario se caracteriza por una fuerte pendiente debido al desplome parcial de sus basamentos, cimentados sobre pilotes.
En su interior encontramos la Crucifixión de Tiepolo (1725).
Uno de los lugares más característicos de la isla es el cruce
de dos canales, donde se encuentra el característico puente que une los tres distritos de Burano: San Mauro, San Martino Sinistro y via Giudecca. Aquí confluyen las calles más coloridas de la isla, donde se alzan las casas de pescadores y las tiendas de artesanía.
Se supone que los barqueros utilizaron los colores brillantes de las casas para encontrar su hogar en presencia de niebla, particularmente espesa en Burano.
Comida típica
Al ser una isla de pescadores, la gastronomía típica se basa en el pescado. Para degustar el risotto ai go, los espaguetis con tinta de sepia y la crema de bacalao.
El dulce típico de la isla es el bussolà, elaborado con forma de rosquilla y también conocido con el nombre de buranelli.
