Este espléndido pueblo aún conserva su aspecto medieval y pasear por sus estrechas calles es un auténtico viaje en el tiempo... #tuttitaly
Bobbio es un pequeño pueblo medieval en la provincia de Piacenza, famoso por el largo puente sobre el río Trebbia, que conecta la ciudad con la carretera que conduce a Piacenza: el Puente del Diablo.
El puente, de origen romano, está formado por 11 largos arcos irregulares. Cuenta la leyenda que el puente fue construido con esta apariencia por el mismo diablo para asustar a los monjes del monasterio de San Colombano e impedir que cruzaran el río.
San Colombano
El pequeño pueblo adquiere importancia histórica a partir del asentamiento de San Colombano y sus monjes, a principios del año 600 d.C.
El monje irlandés fundó un monasterio que en poco tiempo desarrolló una de las bibliotecas más importantes y prestigiosas de toda la cristiandad.
El interior de la abadía es pequeño y está decorado con frescos. Debajo de la iglesia se puede visitar la cripta del santo.
Apoyado en la Abadía se encuentra el Museo de la Ciudad, que traza con precisión la constitución del actual centro urbano en torno al monasterio a lo largo de más de 1000 años.
En el museo de la obra de la Catedral de Bobbio del siglo
XV, se pueden ver los manuscritos que una vez se guardaron en la Abadía, algunos de los volúmenes más preciados del siglo VIII al XV.
El centro histórico de Bobbio se caracteriza por un entramado de calles empedradas y palacios nobles.
Durante el siglo XIV, en el centro del pueblo, se construyó el Castillo de Malaspina como bastión de los güelfos.
Desde la torre es posible admirar el espléndido panorama del valle de Trebbia.
En la mesa
Entre los platos típicos de Bobbio: maccheroni alla bobbiese, con salsa sauce; los malfatti, pequeñas albóndigas rellenas de ricotta y acelgas, cocinadas al horno.
