Construido entre 1720 y 1730, con su espléndida fachada, diseñada por Vincenzo Sinatra, es uno de los ejemplos más bellos del barroco local. Se encuentra en el mismo punto donde se construyó un lugar de culto dedicado a Santa Sofía, del que sin embargo no queda rastro, debido al terrible terremoto de 1693... #UNESCO #tuttitaly
La espléndida Basílica de San Pablo en Palazzolo Acreide, en Sicilia, tiene una historia rica y fascinante. Construida entre 1720 y 1730 en una amplia área urbana donde previamente se encontraba una pequeña iglesia dedicada a Santa Sofía, la basílica ha pasado por diversas transformaciones y expansiones a lo largo de los siglos.
La impresionante fachada, diseñada por el arquitecto Vincenzo Sinatra, es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura barroca local. Decorada con símbolos religiosos y bajorrelieves, la fachada está dividida en tres órdenes con arcos y columnas coronadas por capiteles corintios.
Uno de los elementos más distintivos es la escalinata que se integra en la fachada.
El interior de la basílica, con tres naves, presenta una bóveda ricamente decorada. En el ábside principal, destacan cuatro columnas retorcidas policromadas que enmarcan la pintura de la Conversión de San Pablo, atribuida a Giuseppe Crestadoro. Aquí también se conserva la estatua del Santo, creada por Vincenzo Lorefice en 1507.
Las capillas laterales están dedicadas al Sacramento, a la Virgen del Rosario y a Santa Doménica, con altares de madera y obras de arte de gran valor artístico.
En la sacristía, se pueden admirar esculturas de Giovanni Torrisi y Gaetano Rametta de 1778, así como valiosas pinturas que enriquecen la atmósfera sagrada del lugar.
La Basílica de San Pablo es un lugar de extraordinaria belleza e importancia histórica, testigo de siglos de devoción y arte sacro en el magnífico entorno de Palazzolo Acreide.
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