Pueblo turístico de origen medieval situado en las afueras del Parque Nacional del Pollino, que con su iglesia de estilo gótico-angevo atrae cada año a cientos de parejas que deciden celebrar aquí su boda... #tuttitaly
Altomonte, la joya escondida de Calabria.
En lo más alto de las majestuosas colinas de Calabria se encuentra Altomonte, un encantador pueblo que ostenta el título de uno de los pueblos más bellos de Italia. En el centro de esta pintoresca ciudad se yergue imponente la Iglesia de Santa Maria della Consolazione, una obra maestra del arte gótico-angevino que domina toda la región.
Qué ver
El recorrido a través de la historia de Altomonte comienza con una visita al pintoresco castillo de origen normando, transformado hoy en un elegante hotel después de siglos de ampliaciones y restauraciones. La Piazza Tommaso Campanella, el corazón palpitante de la ciudad, da la bienvenida a la majestuosa iglesia y al Convento dominicano que alberga el prestigioso Museo Cívico.
Ascendiendo hacia la parte más alta del caserío, te encuentras con la magnífica vista panorámica del valle del Esaro que ofrece la Iglesia de la Consolazione. La arquitectura noble y austera de la iglesia refleja el esplendor de la corte angevina de Nápoles, con detalles normandos e influencias suabes-cistercienses. Cada rincón cuenta historias antiguas, desde las majestuosas obras de arte en piedra como el portal y el rosetón, hasta el monumento funerario de un caballero desconocido y el evocador Sepulcro de los Sangineto custodiados en el Museo Cívico.
La atmósfera mágica de Altomonte se intensifica aún más paseando por los callejones alrededor de la Iglesia de la Consolazione, hasta llegar a la Piazza Balbia, donde se encuentra la Iglesia de San Giacomo Apostolo, un tesoro de orígenes bizantinos con un interior imponente de estilo barroco. En este laberinto de calles y callejones se respira la antigua atmósfera árabe que ha moldeado las primeras huellas de vida en el pueblo.
Tradiciones culinarias
Pero no solo son las obras de arte las que encantan a los visitantes, la cocina tradicional de Altomonte también sabe conquistar a los paladares más exigentes. La autenticidad de los ingredientes es el secreto de los platos típicos de la zona, desde la pasta casera hasta las ricas sopas de verduras y legumbres, pasando por la mischiglia, una mezcla de nueve hierbas espontáneas cocidas juntas.
Las cicerchie, una legumbre rara y exquisita, alternan con los zafarani cruschi, pimientos secados al sol y salteados en aceite caliente, creando una explosión de sabores y tradiciones culinarias.
Y para concluir con dulzura, los postres de miel de tradición árabe ofrecen un final perfecto a esta experiencia culinaria y cultural inolvidable en Altomonte.
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