En Emilia Romaña se encuentra el volcán activo más pequeño y más bajo del mundo, ya conocido en la época de la Edad Media a partir de un escrito del fraile dominico Leandro Alberti de 1588. Un fenómeno natural caracterizado por una emisión de hidrocarburos del suelo que incendian espontáneamente en contacto con el oxígeno del aire... #tuttitaly
Para los que no les gusta quedarse en casa los domingos, para los que aman la naturaleza, y para los que aman descubrir fenómenos únicos en el mundo, el Volcán Monte Busca es definitivamente el destino ideal. Y nosotros en Tuttitaly ciertamente no podíamos perder la oportunidad de conocer el volcán más pequeño del Mundo, también porque está ubicado justo en nuestras cercanías, más precisamente en las colinas de Romagna entre Val Tramazzo y Val Montone, en un lugar llamado Infierno, a una altitud de 740 m sobre el nivel del mar.
El volcán de Monte Busca: ¿qué es? (Revelación 😉)
Una vez que llegues al volcán de Monte Busca, te darás cuenta de que estás frente a otro tipo de fenómeno: en realidad es una fuente perpetua de metano que se escapa del suelo y muchas veces se enciende espontáneamente. Si eventos atmosféricos, como aguaceros, extinguieran el fuego, los vecinos lo reavivarían para evitar derrames de gas.
Historia
Esta fuente de metano ya era conocida en el siglo XVI.
El historiador Leandro Alberti, en 1588, escribió: "Poscia da Portico a una milla de distancia se puede ver un lugar de los habitantes del pueblo llamado Infierno, donde está la terra negra et ponderosa, en la que hay un agujero de 4 pies de ancho. a sale llama de fuego, siendo encendida la tierra con un azufre encendido y aún arde la leña verde puesta allí y se apaga con paños de lana echados sobre ella..."
Si bien en 1939 se había ideado un plan que contemplaba la posibilidad de explotar este recurso de metano, pronto se percibió que el caudal no hacía económicamente viable ningún proyecto, por lo que el campo cayó en desuso.
Conclusión
Al hacer clic en el enlace de abajo, podrás ver el álbum completo con las imágenes que tomé del volcán Monte Busca.
Puede que sientas que estás mirando un montón de piedras, pero te aseguro que este es realmente un lugar fascinante que te permite no solo disfrutar de un asado, sino también respirar aire fresco en un campo abierto. Y si no tienes prisa, puedes esperar a la puesta de sol que hace que las llamas sean aún más sugerentes.
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