Con el nombre griego de Siberene, está documentada como ciudad de Enotria ya en el siglo V aC. Hoy se define un "barco de piedra" enclavado entre el mar y la montaña... #tuttitaly
Santa Severina, uno de los Pueblos Más Bonitos de Italia, es un encantador pueblo ubicado en un promontorio de toba que domina el valle del río Neto. Por la mañana temprano, cuando la niebla envuelve el valle hasta la base rocosa sobre la que se encuentra, parece un gran barco de piedra, una embarcación en el vasto mar de la historia, donde aún brillan muchas evidencias del pasado.
El barrio de Grecia, en la zona oriental, es un eco del dominio bizantino, con sus casas aferradas a la roca, ofreciendo una vista panorámica del Marchesato. Adyacente a Grecia se encuentra el barrio de Ludea, que fue habitado por judíos hasta su expulsión en 1510.
Durante la época bizantina, la ciudad experimentó un período de gran esplendor entre los siglos IX y XI. Los principales testigos de este período son el baptisterio, la antigua catedral, la iglesia de Santa Filomena y otras ruinas dispersas en el territorio.
El majestuoso e imponente Castillo fue construido en 1076 por los normandos sobre los restos de una fortificación bizantina anterior.
La Catedral de Santa Severina, construida entre 1274 y 1295, presenta un diseño de cruz latina con tres naves. El portal original aún está presente, mientras que en la fachada hay una inscripción que recuerda la renovación iniciada en 1705 por el arzobispo Berlingieri. Otra inscripción dedica la iglesia a Santa Anastasia, patrona del pueblo.
La Catedral, ubicada al norte, y el Castillo Normando, ubicado al sur, son las dos principales atracciones arquitectónicas del "Campo", que es el nombre con el que los habitantes de Santa Severina llaman a su plaza.
Gastronomía
El plato típico del pueblo es la pasta "chjna", rigatoni al horno rellenos de queso provola y salchicha.
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